CONVENTO NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES

CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES,

SAN JUAN BAUTISTA Y SANTO TOMÁS DE AQUINO,

REGENTADO POR LAS MONJAS

DE SANTA CATALINA DE SENA, 1.661-1925

 El Convento de las monjas Catalinas, estaba situado frente a la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, su creación tubo lugar en la segunda mitad del Siglo XVII concretamente el 5 de julio  de 1661, siendo sus fundadores y patronos el Alférez D. Juan de Arduna y su esposa Doña Lucia García de León, al no poderlo terminar y tras la muerte de sus fundadores y patronos, los herederos de éstos vendieron el patronato por escritura que paso ante D. Bartolomé Hernández Moreno, escribano Publico del Puerto de la Orotava, el 31 de mayo de 1684 realiza la carta de fundación constituyéndose el nuevo  patronato que  lo ostenta el Capitán D. Juan Domingo de  Nieves Ravelo y su esposa Doña Isabel Pérez Montañés, hija se D. Sebastián Pérez Enríquez, natural de Los Silos y de Doña Luisa Francisca Montañés, natural de San Juan de la Rambla, fundadores y patronos del Convento bajo la advocación de San Sebastián de Los Silos, y regentado por las monjas bernardas recoletas, el nuevo patronato se comprometía dada la cortedad del Convento a gastar 5.000 ducados en la ampliación y terminación  del mismo según nueva escritura ante D. Domingo Romero el 4 de junio   de l.684, siendo D. Juan Francisco de Franchi y Lugo, el fundador  del altar y capilla mayor del convento.

  

            Esta primera edificación del Siglo XVII  desapareció casi por completo víctima de un voraz incendio en abril  de 1718, la nueva edificación se concluye en 1721, D. Nicolás Bernardo Valois  (1706-1741) costeo un retablo de madera de Flandes dedicado a Santa Catalina mártir, San Nicolás y San Bernardo, obra del pintor y imaginero frances D. Guillermo Veraud, y una pila bautismal de mármol blanco con la siguiente inscripción (Dióla el Capitan de Caballos Don Nicolás Bernardo Valois, año 1733) fue un gran benefactor de este convento, cediéndole incluso en 1737 un dado de agua para el consumo domestico.

En 1722 D. Juan de Montemayor Gamero, Almojarife de la Real Aduana de este puerto, quiso dejar memoria suya en este convento despues de la reconstrucción, costeando un altar que sirvio de comulgatorio y contenia bajo de un cristal un curioso retablo que en pequeñas figuras de escultura se refleja la historia,  pasión y muerte de Cristo.

En el año de 1.837 la llamada Desamortización de Mendizábal, de Juan Álvarez de Mendizábal ministro de Hacienda, que pasó al Estado las propiedades improductivas y en poder de la iglesia y las órdenes religiosas, el Convento de Nuestra Señora de las Nieves fue confiscado por el Gobierno, y sé cerro definitivamente el 29 de marzo  de l.838 permaneciendo al culto solamente su Iglesia.

En marzo de 1864, se trasladan a la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, los mejores objetos que todavía permanecían de los extintos conventos, se solicito de la autoridad eclesiástica permiso para verificarlos. Del convento de las Monjas Catalinas. Se extrajeron el retablo de Santa Catalina mártir, San Nicolás y San Bernardo, donación del Capitán D. Nicolás Bernardo valois. Tambien se traslado el retablo  en pequeñas figuras la pasión y muerte de Jesucristo, donación de D.  Juan de Montemayor.

Por Real Orden de 4 de diciembre  de 1872 se cedió el edificio provisionalmente al Ejercito para deposito de prisioneros Carlistas, redactándose el correspondiente inventario de entrega el 29 del mismo mes, que lo firma el Alcalde Popular D. Sebastián Fernández Montañés, recibe por el Cuerpo de Ingenieros D. Juan Gimeno, haciéndose cargo el jefe del deposito  Alférez D. José J. Pérez.

Para alojar estos deportados se desalojo del edificio a diversos vecinos pobres que fueron puestos por las 

autoridades municipales y otros de alquiler, tambien fueron desalojadas las escuelas, una de niños y otra de niñas,  con las maestras que tambien vivian en el. Se adecenta  y adecua el edificio enjarbegando y preparando las dependencias para los prisioneros y  las cocinas, y el día 30 de diciembre llegan al Puerto de la cruz 100 milicianos al mando del Capitán D. Manuel Jiménez para custodiar los 400 deportados carlistas. El 12 de mayo  de 1,873 se devolvió el edificio nuevamente al Ayuntamiento.

              En mayo de 1.898 el Excmo. Capitán General de Canarias, Teniente General D. José Sánchez y Gómez, declara  el estado de guerra en la provincia, por la confrontación entre España y Estados Unidos por la isla de Cuba. Fue ocupado nuevamente el convento por las Milicias Provinciales de La Orotava nº 2 de Canarias, establecidas en el cuartel de San Agustín de dicha Villa.

               En febrero de 1.899 el Excmo. Capitán General de Canarias, Teniente 

General  D. Manuel Delgado Zulueta, da orden de levantar el estado de guerra en la provincia y se entrega nuevamente el convento. instalandose en sus dependencias el Ayuntamiento.

             El Convento fue víctima nuevamente del fuego en abril  de 1.925, un gran incendio lo destruyo completamente, en esta quema desapareció el valioso archivo municipal que comenzaba en 1.620 y gran parte de su colección de obras de arte que se encontraban en su interior, incluido  un cuadro firmado por Zubaran.                                                  

 Bernardo cabo Ramón